Cómo citar: Rodríguez, S. (2017). Manual de corrección de textos. Lima: Fondo Editorial de la Escuela de Edición de Lima, pp. 135-138.
Números en la redacción
En los textos escritos se utilizan palabras, pero también números. Un aspecto importante en la corrección de textos es saber cómo resolver los problemas prácticos o de estilo; por ejemplo, elegir entre usar la expresión escrita de las cifras o los guarismos. No repetiré las normas generales en esta entrada, pues están en el DPD y en la OLE muy bien detalladas. En cambio, me enfocaré en los problemas y su resolución.
1. Coma decimal
El punto, la coma, los dos puntos, entre otros, se usan también en expresiones numéricas. Para separar los decimales de la parte entera se usa la coma o el punto decimal; una advertencia al respecto se detalla en la ole (RAE y ASALE, 2010c, p. 663). El corrector utilizará una u otro dependiendo del estilo editorial de su cliente y previo acuerdo. Al mismo tiempo decidirá si empleará el espacio para los miles, como indica el sistema internacional.
En el Perú, el uso extendido acepta la coma para separar miles y el punto decimal; por ello, los correctores nos encontramos con diversas propuestas en los ámbitos privado y estatal. En el sector público, esos desacuerdos reflejan la ausencia de un manual de estilo estatal que estandarice los usos numéricos. Un ejemplo tomado del sitio web del Ministerio de Economía y Finanzas revela que sus textos se adhieren a la norma internacional:
Ley de Endeudamiento del Sector Público para el Año Fiscal 2011
a) Endeudamiento Externo – US$ 2 436 450 000,00
Otro ministerio, el de Salud, pública en su sitio web este recuadro que evidencia un estilo distinto al anterior:
Total vacunados en:
Lima Provincias
Meta: 63,562
Cobertura: 88.76 %
56,422
Niños vacunados
El profesional de la corrección debe resolver problemas. Es así que, en busca de una solución, se reunirá con las personas que toman las decisiones, les explicará los pros y los contras de un estilo u otro, y aceptará lo que acuerden. Cualquiera sea el estilo elegido, el corrector tendrá cuidado de estandarizar todo; por ningún motivo quedarán los textos, por ejemplo, con coma decimal, y los cuadros y tablas, con punto decimal.
2. El signo de porcentaje (%)
Las normas académicas (2010) indican que el signo de porcentaje se escribe separado de la cifra con un espacio inseparable. Antes de esa fecha, la rae expresaba que debía escribirse pegado a la cifra; tal como se registra en el DPD (RAE, 2005, p. 462). Este diccionario verá una nueva edición próximamente, con lo que la contradicción tendrá que desaparecer.
Una precisión interesante sobre la escritura del signo de porcentaje nos la ofrece Xosé Castro (Gómez Font et al., 2015, p. 111), quien nos aclara: «Este signo se separa de la cifra precedente con un cuarto de cuadratín, una medida que existe en los programas de autoedición, pero no en Word». Más adelante, en la misma página, detalla:
En Word se puede insertar un espacio fino de este modo:
1. Mantén presionada la tecla ALT
2. Pulsa + 08201 en el teclado numérico.
En la misma línea, Fernando A. Navarro (2015, p. 105) comparte otro útil atajo de Word: «En cualquier caso debe ser siempre espacio inseparable (en Word, por ejemplo, “CTRL + MAY + barra espaciadora”)». Estas importantes instrucciones técnicas son útiles para evitar que pueda darse la separación de la cifra y el signo de porcentaje en líneas diferentes.
Todo profesional de la corrección debe prepararse para un trabajo coordinado, ser abierto a las nuevas tecnologías, actualizarse y siempre pensar en el trabajo editorial como una labor en equipo. Me refiero a que al utilizar el Word lo mejor posible —por ejemplo, dejando el espacio indivisible— no se recarga el trabajo de la persona encargada de la diagramación o del diseño.
Un problema, por suerte de fácil resolución, se presenta cuando los clientes no desean que se separe el signo de la cifra (como en el inglés). Mi opción es siempre acordar con el cliente y encauzar el trabajo hacia la estandarización: nunca descuidar que algunos queden separados y otros juntos.
3. La abreviatura de número (n.°)
En las obras académicas se registran las abreviaturas nro., núm. y n.° para representar la palabra número. En el Perú, no se usan mayoritariamente; es muy raro encontrar una institución o una editorial que haya adoptado la más académica de las tres (n.°).
Un asunto básico en la corrección es estar abierto a lo que puede presentarse y ceder antes que imponer; por eso se entiende que innumerables trabajos corregidos (libros, revistas, webs) mantengan la abreviatura n° (sin punto), la favorita en el Perú. Lo que ocurre es que —como se ha dicho— el profesional de la corrección y los equipos editoriales serios deben tener criterio al momento de elegir el estilo para determinada publicación.
Mi recomendación, nuevamente, será no pelear por una abreviatura. Si al cliente no le satisface la propuesta de la RAE, si no se siente cómodo con ella o si en su institución hay tradición de utilizar la peruana n° (con su variante N°), apuntemos por la estandarización.
Muy diferente es aceptar «caprichos», por llamarlos de una manera, como el numeral (#). Una vez, en una oficina de arquitectos, descubrí que utilizaban nmro. y teléfn., como abreviaturas. No fue fácil la negociación, pero un argumento que les ofrecí los convenció: les dije que con los cinco caracteres de uno y los siete del otro no estaban ahorrando prácticamente nada de espacio, que es la finalidad de usar abreviaturas.
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