Cómo citar: Ureta, J. (2012). Técnicas de argumentación jurídica para la litigación oral y escrita. Lima: Ediciones Legales, pp. 245-247.
La importancia del modelo de Toulmin
¿Cuál es la diferencia entre estos dos argumentos?
Dado que se ha encontrado la huella digital de Juan y la sangre de Pedro en el cuchillo hallado en la escena del crimen, y que tres testigos afirman haberlo visto salir de la casa de Pedro la noche del crimen, careciendo los testigos de impedimento y las pericias siendo válidas conforme a ley, así como el artículo 106 del Código Penal establece la pena de seis años por homicidio, y a pesar de que Juan alega inocencia ofreciendo dos testigos que no se han presentado, posiblemente Juan sea culpable de quitar la vida a Pedro y merezca una pena de seis años.
En el primer caso, estamos ante un silogismo judicial y, en el segundo, frente a un argumento elaborado conforme al modelo de Toulmin.
El filósofo inglés Stephen Toulmin (n. 1922) planteó en 1958 que el razonamiento debía entenderse no como un proceso lógico que transita de premisas a conclusiones, sino en analogía con un juicio, el razonamiento operaría como un juez que debe decidir entre alternativas (“afirmamos que la lógica es una jurisprudencia generalizada”). Conforme a este supuesto desarrolló un modelo para poder construir y evaluar argumentos, que es conocido con el nombre de modelo de Toulmin o método de Toulmin (Toulmin Model, Toulmin Method), este modelo busca superar las limitaciones del análisis lógico, mostrando la relevancia de la evidencia que se ofrece en el argumento, los fundamentos que lo respaldan, la relación entre la evidencia y lo que se pide, así como las refutaciones posibles del argumento. El modelo fue presentado inicialmente en The uses of argument (1958) junto con Rieke y Janik, en An introduction to reasoning (1979).
Toulmin considera que el silogismo no es adecuado para analizar los argumentos cotidianos y especializados, de modo que la alternativa que ofrece permite analizar argumentos en campos tan diversos como la ciencia, la prensa, las interacciones alumno-docente, abogado-cliente y los usados en los debates académicos y prácticos. A pesar de las críticas sobre las implicancias teóricas de su modelo, hoy y es aceptado como una herramienta indispensable para el análisis crítico de argumentos. Justamente, esta pretensión de aplicar su modelo en diversos campos ha provocado las críticas de Habermas que han encontrado eco en el mundo hispano a través de Manuel Atienza. Pero fuera de esta discusión es indudable su utilidad para el campo del discurso jurídico y político, ya que permite tener una guía para evaluar las pruebas que sustentan los argumentos.
0 comentarios